En los rostros de los jugadores y el cuerpo técnico se reflejaba la satisfacción por haber cumplido una nueva etapa de la pretemporada. San Martín retornó ayer a la provincia para encarar el tramo final de la preparación para encarar los torneos oficiales y jugar el primero de los clásicos amistosos contra Atlético, programado para el miércoles.
Al final de la sesión matutina que puso punto final a las actividades desarrolladas durante una semana en Perico, LG Deportiva dialogó con Diego Burkhard, quien tiene a su cargo la preparación física del plantel “santo” junto con Leandro Ardenghi.
El “profe” hizo un balance de las tareas que realizaron los futbolistas en tierras jujeñas. “El trabajo fue excelente. Logramos que los 29 profesionales, que componen el actual plantel, se entrenaran juntos en estos días. Con esto logramos dos objetivos: primero que se vayan conociendo, porque tenemos un grupo renovado respecto a la temporada anterior. Además, conseguimos que los muchachos nuevos vayan conociendo el estilo de juego que pregona “Yagui” (Rubén Darío Forestello)”, destacó Burkhard.
Nivelar lo físico
Después de un período de vacaciones es lógico que los futbolistas no estén en el mismo nivel físico. Los días que estuvieron en Perico también sirvieron para equiparar ese aspecto en los integrantes de plantel.
“Una vez dado el primer paso, ahora viene lo más complicado de la preparación. Estamos seguros que vamos a llegar en óptimas condiciones al arranque de la temporada oficial”, aseveró.
Bukhard explicó que las obligaciones previas (los dos clásicos con Atlético y la Copa Argentina) hicieron que se tuvieran que replantear parte de la planificación original para esta pretemporada. “Esto de ninguna manera impidió que empezáramos a trabajar con una intensidad de carga alta. Lo que nos facilitó la tarea fue la predisposición de los chicos a los que tuvimos en la temporada pasada. A ellos le anticipamos que iban a tener esta clase de trabajos y estaban preparados. La primera semana que efectuamos en Tucumán fue muy buena en calidad y en intensidad. Esto nos permitió tener una base física para que los jugadores no sintieran el rigor de las tareas”, indicó el preparador físico “santo”.